La relación del grupo Pink Floyd con Formentera se inicia en 1.967 con la visita de los integrantes de la banda Roger Waters y Syd Barret (1.946-2.006), acompañados de sus respectivas novias, a la casa que el médico Samuel Hutt, conocido en el mundo de la música como Hank Wangford, tenía en la isla.
Al año siguiente vendrían dos incondicionales de Formentera hasta nuestros días: el miembro de Hipgnosis Aubrey Powell, con casa en la isla desde hace más de treinta años y creador, junto con su socio Storm Thorgerson, de impactantes portadas de los discos de Pink Floyd, Bad Company, Led Zeppelin, AC/DC, Scorpions, Yes y Peter Gabriel entre otros muchos artístas, y el guitarrista de Pink Floyd David Gilmour, quien para dejar clara su pasión por la isla publicaría en 2.006 el disco “On An Island”, con colaboraciones de Phil Manzanera, Graham Nash, David Crosby y Robert Wyatt, fundador del grupo Soft Machine. Wyatt, al igual que Daevid Allen o Kevin Ayers, eran habituales de Formentera a finales de los sesenta, aunque acabarían instalándose en Deià (Mallorca).
Powell “Po” y Thorgerson eran en 1.966 estudiantes de arte y compartían apartamento con Syd Barrett, uno de los genios del rock y co-fundador de Pink Floyd en 1.965. Barrett era el compositor de las letras y cantante de un grupo desde los comienzos de la banda con el nombre de Sigma 6, tenía una gran sensibilidad y una inquietud creadora en constante búsqueda de la belleza y la originalidad.
Usó y exploró las últimas innovaciones técnicas, las disonancias, distorsiones, los ecos como nuevas avenidas de creación artística, y sería el aglutinador de un grupo que se inició al compartir amistad e inquietudes con sus compañeros de instituto en Cambridge, donde se fraguó la banda de David Gilmour, Roger Waters, Nick Mason y Richard Wright (1934 – 2008). En 1.968, una enfermedad mental le apartaría de sus compañeros y en cierto momento llegaría a olvidar la impresionante historia de la que fue protagonista y parte esencial, la oscuridad y la ausencia se apoderaron del cerebro del joven Barrett.
Syd Barrett no fue consciente de la enorme proyección alcanzada por sus amigos de instituto que, en su recuerdo y como homenaje, dedicaron a Barrett temas de enorme calidad y calado emocional como Wish You Were Here y Shine on You Crazy Diamond.
Pink Floyd ha transitado por el rock progresivo, psicodélico, sinfónico, espacial o hard rock, aunando excepcional calidad con popularidad, sus espectáculos en vivo han marcado época debido a su grandiosidad, tendente al espectáculo total sin escatimar medios técnicos. Han vendido más de doscientos millones de discos en todo el mundo y álbumes como “The Dark Side of the Moon” (1973) y “The Wall” (1979) son dos ejemplos del buen hacer de uno de los grupos más influyentes de la historia del rock.
Su característica principal habría que buscarla tanto en el elaborado contenido de sus textos como en la constante experimentación de su música, así como en las revolucionarias portadas de sus discos realizadas por Hipgnosis. Su último concierto después de varios años de separación y disputas legales tuvo lugar en Londres en 2.005.
Música de “More”
Pinck Floyd, debido a su gran popularidad en la escena londinense, compartió gira en el otoño de 1.967 con Jimi Hendrix. El mago de la guitarra visitaría también Formentera en julio de 1.968, antes de actuar en la discoteca que había comprado en Palma, la Sgt. Pepper´s, donde fue taloneado por el cantante Lorenzo Santamaría y su grupo, los Z 66.
En “More” se narra el desenfadado inicio y el dramático final de una relación amorosa y, en paralelo, una devastadora aproximación al mundo de las drogas, la búsqueda personal y el encuentro con el amor libre. Esto y la música compuesta por Pink Floyd contribuyeron a ser tenida como una película generacional.
El film, que cuenta con un guión de Paul Gegauff y del propio Schroeder, deja ver en ocasiones que se traba del primer trabaujo de si director que, por otra parte, tenía amplia experiencia, a sus 28 años de edad, como ayudante de dirección de Jean-Luc Godard y Jaques Rivette, así como productor de varios Films de Éric Rohmer. La fotografía corrió a cargo de de Néstor Almendros (Barcelona 1930- Nueva York 1992), que años después, en 1978 recibiría el Oscar por “Días del cielo”, de Terence Malick.
Schroeder conocía Formentera e Ibiza desde su juventud, pues había pasado varios veranos en las islas y usó algunos lugares que le impactaron para situar en ellos escenas memorables como la del enfrentamiento del joven estudiante contra las aspas en movimiento del molino de viento de Sant Ferrán. Su lucha desigual contra el gigante, Don Quijote otra vez, es una alegoría del oscuro y poderoso mundo de la droga, nos remite al presagio de una derrota, una muerte anunciada. “More”, tanto por la música de Pink Floyd, entre cuyos temas destacan Nile Song, Cymbaline y un breve tema de guitarra flamenca A Spanish Piece, compuesto e interpretado por David Gilmour, como por la temática de búsqueda, viaje, descubrimiento, experiencia, ha sido considerada como una película de culto por diferentes generaciones de jóvenes que se han identificado con la búsqueda de la libertad que guía a los protagonistas del film.
El disco fue grabado en apenas una semana del mes de marzo de 1.969 en los míticos estudios de Abbey Road de Londres.
La portada del disco
Tanto el poder del poster como la portada del álbum sería una fotografía del molino más famoso de la historia, el de Sant Ferrán. Fué el primer trabajo del grupo Hipgnosis para sus amigos de Pink Floyd y para la industria discográfica, por cuya imaginería e impactantes composiciones se convertían después de varios cientos de portadas en parte fundamental de la historia de la comunicación. Pudimos ver parte de este enorme trabajo en Formentera y posteriormente en la exposición del Club Diario de Ibiza en 2.009 donde además se presentó el libro “Por amor al vinilo”.
Formentera, habitual periferia de la periferia, se convirtió entre 1.967 y 1.971, con la presencia de Bob Dylan, James Taylor, Jimi Hendrix, Pink Floyd, Pau Riba y King Crimson, en lo más próximo en cuanto a creatividad e innovación al underground londinense, donde entonces se cocinaba el futuro de la música pop mundial.
Un puñado de veinteañeros con imaginación, talento y pasión logró crear en la austeridad de la isla algunas de las más conmovedoras y memorables páginas de la música contemporánea. Según rememoran los propios protagonistas de aquel desembarco artístico parece que no fue el azar el muñidor de esta cita de estrellas en Formentera. Más bien fue la autenticidad, la libertad y la belleza desnuda que les dijeron que encontrarían aquí lo que les acercó hasta la isla contra todo pronóstico, pese a todas las dificultades.
Diario de Ibiza